2.7. Ruptura de la pareja

La ruptura de la relación durante o después de los tratamientos puede ocasionarte una carga emocional añadida a las propias implicaciones de la enfermedad. El apoyo de familiares y amigos en tal situación se hace indispensable para evitar sentimientos de soledad o aislamiento.


«¿Habré sido el apoyo que necesitaba?», «¿Me ha utilizado para cuidarle y luego me ha dejado a un lado?», «¿Por qué se va ahora, cuando más le necesito?», «¿Habrá estado conmigo solo por lástima?». Son algunas de las cuestiones que pueden pasarte por la cabeza en esta situación. Es posible que no encuentres respuesta a estas preguntas pero, en cualquier caso, es importante que sepas que son resultado de reacciones emocionales tras una ruptura inesperada. Puede ser normal sentirse culpable o responsabilizar a la otra persona, pero conviene hacer una interpretación lo más ajustada posible a tus circunstancias y eso puede llevar cierto tiempo.


La ruptura puede producirse por muchos motivos y no tiene por qué estar directamente relacionada con el cáncer. Sin embargo, se tiende a culpar a la enfermedad del proceso de distanciamiento y de la posterior ruptura, sin entrar a considerar los motivos reales que han podido influir en la misma. También, como hemos visto a lo largo de este capítulo, la convivencia con el cáncer puede producir alteraciones en la dinámica de la pareja y, por tanto, agravar problemas ya existentes u originar nuevos conflictos.

 

La ruptura suele venir acompañada de sentimientos de soledad, tanto si eres tú quien toma la decisión como si es tu pareja, o incluso si es una decisión consensuada. Por ello, hay que procurar no aislarse y buscar el apoyo de los seres queridos para poder compensar la pérdida emocional que supone una separación. A este respecto, es recomendable la lectura del epígrafe La tristeza del capítulo 3, Las emociones del superviviente.

La relación de pareja tiene un papel fundamental para favorecer la adaptación de las dos personas a la vida después del cáncer. A pesar de los problemas que puedan surgir en tu relación, afrontar la enfermedad y la supervivencia en pareja puede tener muchos aspectos positivos ya que permite amortiguar el estrés y la ansiedad, contener y neutralizar la tensión y, en definitiva, constituye un punto de apoyo en el que podéis transmitir preocupaciones y compartir vivencias, favoreciendo el desahogo emocional. Pero es importante que la relación de confianza que establezcas con tu pareja en este ámbito, se oriente a crear un sistema de ayuda más que un sistema que genere un efecto de contagio por la exposición mutua y repetida al miedo y la ansiedad. Tendréis que encontrar los espacios y los tiempos adecuados para favorecer ese desahogo mutuo sin que estos interrumpan la necesaria recuperación de la pareja a nivel emocional. Realizar actividades placenteras juntos es una opción aconsejada para procurar que el cáncer no forme parte del día a día de tu relación, y evitar así que ésta se identifique totalmente con la enfermedad.

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CAPÍTULOS

0-Manual1-Volver-a-la-normalidad2-Atencion-medica3-aspectos-emocionales4-autocuidado-y-bienestar5-opciones-legales6-asociaciones-de-pacientes

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