2.3. Dinámica y roles dentro de la pareja
Por otro lado, a raíz del diagnóstico y los tratamientos, es posible que se hayan producido cambios en la manera en la que os relacionáis como pareja. El sentimiento de protección y cuidado se potencia con la enfermedad. En ocasiones te habrás sentido más vulnerable y habrás requerido el rol protector y cuidador de tu pareja, mientras que, en otros momentos, puede haber sucedido a la inversa. Esta situación suele ser especialmente conflictiva cuando el rol que se adopta permanece en el tiempo y es muy diferente al que existía antes del cáncer.
También puede suceder que asumas el papel cuidador sin considerar las posibles implicaciones que el cáncer pueda tener en tu salud y calidad de vida. Si es vuestro caso, habla con tu pareja para saber cómo os está afectando la enfermedad, y así podréis establecer una serie de prioridades y plantear soluciones consensuadas. Conocer sus preocupaciones reales o dar a conocer las tuyas puede generar temor, pero este diálogo favorecerá la comprensión mutua de las emociones que estáis viviendo y permitirá la búsqueda de respuestas comunes a situaciones presentes o futuras.
Una vez finalizados los tratamientos, comienza una nueva etapa en la que ambos os esforzáis por adaptaros a la nueva situación y consensuar la dinámica de la relación en este nuevo escenario. Podéis decidir recuperar los roles previos a la enfermedad o continuar con los actuales, pero es fundamental que esta decisión sea consensuada y aceptada por los dos para evitar conflictos.
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