3.3. Problemas cardiacos

Los tratamientos empleados en el manejo del cáncer, especialmente la radioterapia y la quimioterapia, pueden tener ciertas repercusiones sobre el funcionamiento cardiaco. El miocardio está formado por células cuya capacidad de regeneración es limitada, algo que hace al corazón más frágil a los efectos de los tratamientos a largo plazo.

Existen diversos fármacos que pueden afectar al miocardio una vez terminado el tratamiento. Destacan, sobre todo, medicamentos quimioterápicos como las antraciclinas, aunque también pueden afectarlo otras quimioterapias y tratamientos dirigidos a dianas terapéuticas.

En lo referente a la quimioterapia, esta toxicidad depende directamente de la dosis empleada en el tratamiento. Así, a mayor dosis más pronunciados son los efectos sobre el corazón. Por este motivo, los protocolos médicos evitan alcanzar cantidades elevadas. Además, existe otro tipo de toxicidad que no depende de la dosis, sino de la respuesta individual de cada persona. Por este motivo, no es posible predecirla.

La toxicidad cardiaca puede ser transitoria, pero también es posible que se cronifique e incluso, que se desarrolle años después de haber terminado el tratamiento. Algunos signos son las taquicardias, arritmias o la insuficiencia cardiaca, entre otros.

La radioterapia es otro de los tratamientos que, con más frecuencia, se emplean en el manejo del cáncer. La irradiación del pericardio (el saco flexible de doble capa que recubre el corazón) o del músculo cardiaco puede dar lugar a efectos secundarios como la pericarditis constrictiva, es decir, una compresión cardiaca por estrechamiento y fibrosis del pericardio. Sin embargo, en general, estos efectos no son frecuentes.

Aunque el daño que pueda sufrir el corazón durante los tratamientos no depende de ti, sí será responsabilidad tuya cuidarte para proteger tu corazón. Abandonar el tabaco, controlar la tensión arterial y el sobrepeso y llevar una dieta equilibrada te ayudará a reducir el impacto de la toxicidad cardiaca de estos tratamientos. La actividad física también contribuirá a mantener en forma tu corazón. Encontrarás más información sobre la alimentación recomendada y la actividad física en el capítulo 4, Autocuidado y bienestar.

 

TOP

CAPÍTULOS

0-Manual1-Volver-a-la-normalidad2-Atencion-medica3-aspectos-emocionales4-autocuidado-y-bienestar5-opciones-legales6-asociaciones-de-pacientes

GEPAC GEPAC GEPAC