3.2. Diabetes
Hay dos circunstancias que pueden influir en el desarrollo de diabetes en las personas que han superado un cáncer. Una de ellas es la cirugía, si esta se ha realizado sobre el páncreas. La otra está relacionada con algunos tratamientos empleados en el manejo de la enfermedad.
En lo que respecta a la cirugía, la diabetes solo te afectará si la operación se ha realizado sobre el páncreas ya que, en este proceso, se reduce el número de células que fabrican insulina, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar diabetes.
Sin embargo, lo más frecuente es que el desarrollo de diabetes esté relacionado con los tratamientos médicos específicos para tratar el cáncer. Entre ellos destacan los esteroides, como la prednisona o prednisolona, la dexametasona y la hidrocortisona. Estos fármacos son muy útiles en el tratamiento específico de muchos tipos de cáncer, y también se utilizan como complemento de otras terapias. Su uso, muchas veces imprescindible, puede agravar una diabetes preexistente o bien causar su aparición.
La prevención, la mejor medicina
Aunque, una vez que se desarrolla, la diabetes no puede curarse, sí es posible evitar, en cierta medida, su aparición. En el desarrollo de la diabetes existe una parte ligada a la genética individual de cada persona, que es impredecible y sobre la que no podemos actuar. Sin embargo, existe también un riesgo ligado al estilo de vida, que puede ser modificado si adoptamos ciertos hábitos. Así, una alimentación adecuada, con un aporte más reducido de azúcares refinados e hidratos de carbono, puede contribuir a evitar el desarrollo de esta enfermedad o, al menos, a controlarla. De la misma forma, el ejercicio físico, en cualquiera de sus modalidades, tiene un papel importante en el metabolismo de los azúcares y grasas, los parámetros más alterados en la diabetes.